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REVISTA GRIP 205

El equipamiento y sus cuidados

Las altas temperaturas y un sol cada vez más agresivo nos obligan a extremar los cuidados para evitar el prematuro envejecimiento y hasta el deterioro del material tenístico.

Obviamente, debemos tratar de reducir al máximo su exposición al sol y evitar su guarda en lugares sometidos a altas temperaturas.

Son muchos quienes llevan sus raquetas y rollos de cuerdas en el baúl de su auto, que estando expuesto al sol potencia la temperatura, pudiendo llegar a convertirlo en un verdadero horno capaz de deformar las raquetas y degradar las cuerdas, al punto de volverlas inservibles. Nosotros mismos lo experimentamos al ingresar al habitáculo del auto que estuvo estacionado, expuesto al sol y al calor, aún durante breves períodos.

Olvidar las raquetas a la intemperie, exponiéndolas a los rayos solares por períodos prolongados pueden alterar su forma original, obligando a su descarte. Por ello, luego de usarlas, enfundarlas y guardarlas en su bolso o raquetero que deberá ubicarse a la sombra y en los lugares más frescos disponibles.

Y esta recomendación vale aún para las raquetas de mayor calidad y precio, que por los motivos expuestos, traen fundas térmicas. Pero no por ello debemos descuidar su adecuada guarda. Además debemos tener presente que hay modelos de raquetas que traen funda monobag pero que no son térmicas y por lo tanto carecen de propiedades aislantes.

Tanto las cuerdas de tripa natural como las sintéticas en todas sus variedades, son sensibles a la acción de los elementos. Por ello y dentro de nuestras posibilidades debemos preservarlas de las contingencias climáticas y muy especialmente de los rayos solares y fuertes calores, pues se degradan resecándose y provocando una merma en sus propiedades.

Los propios fabricantes de cuerdas acostumbran imprimir en las cajas la advertencia de almacenar en lugares frescos.

Estos factores climáticos extremos también operan sobre grips y cubre grips, resecándolos y provocando la pérdida de su elasticidad y adherencia. Lo mismo ocurre con los antivibradores por elaborarse con goma, plástico y/o siliconas.

Debe tenerse en cuenta que dentro de la cancha de tenis la temperatura es mayor a la de su exterior y ello se debe a que el polvo de ladrillo, cemento y otros materiales usados en su fabricación generan una acumulación de temperatura superior provocando también un reflejo que castiga al jugador y su equipamiento. Efectos éstos minimizados en las superficies de césped y en los estadios techados.

El jugador tiene el recurso de cubrir su cabeza y proteger las partes expuestas de su cuerpo con protectores solares. Además, en los cambios de lado dispone de un break para descansar a la sombra y refrescarse. No son muchos quienes se preocupan de colocar su raqueta a la sombra, de modo que los materiales recién podrán protegerse cuando se dejan de usar.

También sufren deterioro los bolsos y raqueteros pues en las canchas generalmente no hay espacios con sombra donde ubicarlos. Así ellos sufren una progresiva decoloración que los muestra desprolijos a pesar de un buen funcionamiento de los cierres y del buen estado de su estructura.

Ernesto Socolovsky
ernestosocolovsky@eximtrade.com.ar