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Notas Técnicas
 
REVISTA GRIP 197
Hawk eye (ojo de halcón) – Nota introductoria
 
“Ojo de Halcón”, también llamado “Ojo de Aguila”, fue desarrollado en Hampshire, Reino Unido, en 2001 en principio para aplicarlo al cricket, en la actualidad es usado con éxito al tenis y, próximamente, en el básquet.
 
 
 
 
Su utilidad es evidente,  pues permite dilucidar situaciones confusas generadas por la rapidez de un juego que sobrepasa, muchas veces,  la percepción del ojo humano a pesar de una inmejorable ubicación del observador
.
Se trata de un sistema informático para seguir la trayectoria de la pelota que demanda al menos seis  cámaras de video de alta velocidad, colocadas estratégicamente en los alrededores del terreno de juego. Proporciona los datos necesarios que son computados por un procesador de alta velocidad,  que reconoce en las imágenes la pelota de tenis,  calculando su trayectoria. De hecho, calcula en 3D la posición de la pelota para cada imagen.

El sistema genera una imagen gráfica del recorrido de la bola y su interacción con la zona de juego (el pique o bote de la pelota), mostrándose a jueces, espectadores y televidentes.

La generación de la imagen tan solo tarda unos pocos segundos, con lo que la interrupción del juego es muy breve.

El sistema tiene un promedio de error de 3,6mm. Si se tiene presente que el tamaño standard de una pelota de tenis –acorde con las especificaciones de la I.T.F.- es de 65 a 68mm, se concluye que hay un 5% de error relativo al diámetro de la pelota.
La standardización  de sus reglas demandó un acuerdo de la I.T.F. con la A.T.P. y la W.T.A. Como resultante del mismo se pueden requerir por cada jugador hasta dos pedidos de challenges por set, con un challenge adicional si el set llega al tie break.

Si el challenge u objeción es correcto el jugador retiene el mismo número, de modo que es ilimitado el número de challenges correctos por pedir. En caso que sea incorrecto pierde uno de ellos.  Los no usados no pueden utilizarse en otro set.
Si bien la palabra "challenge" en su acepción más conocida designa "desafío" o "reto", también  significa "objeción" o "impugnación" y es en este sentido en el que es utilizado.

La introducción de esta novedosa tecnología pondrá fin a largas e interminables controversias, más allá de la buena o mala fe de quien se siente perjudicado. Porque la resultante es que todos padecen las consecuencias negativas que generan las situaciones de duda.

Veamos a los involucrados:

1-    El jugador que se siente perjudicado por un fallo erróneo suele provocar una discusión que "lo saca" del partido, con la consecuente pérdida de concentración, pudiendo ser pasible de un warning o de una sanción más severa si el reclamo al umpire  alcanza niveles de discusión de alto voltaje.
2-    El umpire, cuya ecuanimidad es puesta en tela de juicio.
3-    El juez de línea quien debe soportar una situación que en la mayoría de los casos le resulta harto incómoda. Recordemos las frecuentes inconductas de John Mc Enroe, Andre Agassi  o Jimmy Connors, por mencionar a los más conocidos, verdaderos especialistas en amedrentar a los líneas; y así, éstos últimos quedarán psicológicamente condicionados en la evaluación de futuras pelotas dudosas.
4-    El rival, quien suele desconcentrarse por la situación de tensión generada a pesar de su participación pasiva.
5-    El espectáculo y el público que deben soportar las interrupciones del juego y hasta las rabietas y actitudes que propasan los límites de la tolerancia y del buen gusto.

Es fácil advertir el modus operandi de no pocos jugadores que utilizan el cuestionamiento de los fallos como un arma poderosa a utilizar, muchas veces,  en los tramos del partido en que se encuentran en una situación desfavorable, llegando a provocar verdaderos escándalos a veces con la activa participación de algún cómplice desde las tribunas.

No podemos dejar de mencionar el caso del jugador estadounidense Jeffrey "Jeff" Tarango, por sus reiteradas y furiosas reacciones ante fallos que él juzgaba mal intencionados. En 1995, jugando tercera ronda de Wimbledon,  cuestionó  de manera ofensiva e insolente al umpire Ruben Rubeuh y ante la negativa de éste y del supervisor a sus reclamos optó por retirarse mientras vociferaba contra la tribuna que lo abucheaba. Para culminar el escándalo la esposa de Tarango le aplicó dos bofetadas al umpire. Esto le valió una multa y la prohibición de participar en tres futuros  torneos de Grand Slam.

Advertimos que el "hawk eye" o "eagle eye" es el instrumento idóneo para despejar dudas pero también para evitar conductas que conspiran contra la lealtad y la buena fe.

Ernesto Socolovsky
ernestosocolovsky@eximtrade.com.ar

Nota del autor : Wikipedia ha sido consultada como fuente de información de orígenes y explicación técnica.

 
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